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Hoy no nos vamos a poner tristes, hoy simplemente hablaremos de la realidad. Existen los corazones rotos, todos (o la mayoría) hemos pasado por esto. Cada quién decide cómo sobrellevarlos y decide si levantarse o no. Enamorarse es de las cosas más bonitas que pueden pasarnos, te hace sentir feliz. No sabemos si vamos a ser correspondidos o no, pero la felicidad ahí está.
Y entonces pasa, logras conocer a alguien que te hace sentir todo eso bonito que aparece en las películas de amor y que lees en los libros. Un chico conoce una chica. Te das cuenta de que a partir de ahí tu vida dará un giro, y llega un momento en que te asusta porque nunca habías sentido algo así y temes arruinarlo. Te sorprendes de ser tan romántica y cursi y dudas antes de enviarle un mensaje porque tienes miedo de que vaya a ser aburrido y la conversación ya no fluya.
¿Pero y qué si no funciona?
A veces las cosas no son como en las historias de amor, todos tenemos defectos, todos tenemos circunstancias en la vida en las que tenemos que tomar decisiones, o simplemente hay momentos en tu vida en que tienes que renunciar a lo que quieres porque la vida no se ajusta a tus deseos.
Si nunca has pasado por esto, si nunca te han roto el corazón o has tenido que alejarte de alguien no te voy a decir que al día siguiente estarás bien. Hay personas que nos ven mal y simplemente te empiezan a intentar levantar el ánimo con cosas que te hacen sentir más mal porque te hacen recordar.
Cuando yo veo a alguien en esa situación no le digo nada, porque sé que aunque venga alguien del futuro y le diga que estará bien no le creerá, todo eso es cuestión de tiempo y de que decidamos avanzar.
El amor hacia otros es bueno, pero el amor hacía ti misma/o es aún mejor, y es el amor que no debes perder.
Al final todo pasa y el mejor remedio para curar un corazón roto es distraerte. Esconder todo, los mensajes, las fotos, su número, todos los recuerdos que tengamos, evitar estar pendiente de su vida y de si ya consiguió a alguien más. Trata de ya no buscarle porque sólo te harás daño.
Tómate un respiro y si necesitas llorar, hazlo, sólo que después de hacerlo harás algo para ayudarte, distráete. Busca un pasatiempo, comienza a trabajar, estudia, aprende idiomas, sal con amigos o sola/o, empieza a hacer todo eso que te hace feliz o que no te habías atrevido a hacer y en un año te prometo que todo habrá cambiado, porque con tiempo todo pasa, y aunque hay personas que no queremos que sean temporales en nuestras vidas tienen que serlo.
Además creo mucho en eso de que todo pasa por algo, un día puedes encontrar a alguien incluso mejor, que encaje más con tus gustos, que se acomode con tu vida y que te hará mucho más feliz.
O puedes darte cuenta de que eres feliz sin compañía o sin esperar a alguien. Tampoco tengas miedo de volver a confiar en alguien, si llega la persona indicada tómate el tiempo para conocerle y confiar, pero no le dejes ir.
